12.10.2009

BoLuDEcEs

Chuta que es difícil que la gente entienda que cuando uno no tiene nada que esconder no tiene porque guardarse los comentarios, ni mucho menos dejar de decir lo que siente o piensa.

Yo soy de las que va de frente siempre, no me callo lo que opino y trato de ser atinada al decir las cosas, pero hay gente que se ofende. Prefieren que les mientan antes de escuchar lo que no quieren. El problema es cuando a uno lo involucran en situaciones desagradables boludos que no tienen ni pito que tocar. Y cuando esos boludos te dicen cosas relacionadas contigo no puedes dejar de comentárselo a quien corresponda previa advertencia del boludo en cuestión.

NO es cahuín, de hecho es la necesidad de que no se transforme en cahuín la que hace que uno diga lo que tiene que decir.
Lo triste es cuando la otra persona no lo entiende y termina enojada contigo y con el boludo y quien sabe con cuantos más.

Si uno pudiera volver las horas atrás, talvez preferiría no haberse enterado , ni haber escuchado al boludo, ya saben que dicen los gringos "ignorance is bless".

En fin, el colon se me está desinflamando, espero que de aquí al sábado las cosas estén como tacitas de leche y desaparezcan las boludeces, se arreglen los embrollos y confusiones y yo deje de dormir con los dientes apretados.
Odio el pelambre!!!!.

Lo único positivo de todo esto, es que el boludo en cuestión me dijo cosas muy lindas que alguien pensaba de mi. Ojalá fuera cierto y si es así Ojalá me lo diga, jajajaja.

NADA nunca es tan malo mis queridos contertulios.

En todo caso, no es la primera vez que me involucran en un pelambre sin tener arte ni parte, así que aparte de la rabia inicial dsde este momento espero darlo por superado.

Han estado ustedes lindos preciosos involucrados en algún enredo???

12.02.2009

QuE UlTrAjE!!!!

Lo más probable es que el tema le parezca aburrido, poco interesante y hasta incómodo a los lectores varones de este blog, pero lo cierto es que no puedo no decir nada al respecto.

No soy una persona que le tema a las enfermedades, pero ante síntomas reiterados he decidido ser mas precavida y recurrir al matasano de la especialidad correspondiente a la dolencia. Sin embargo hay uno al que debemos recurrir las mujeres aún no teniendo ninguna molestia, dolor, o inquietud y es el nunca bien ponderado GINECÓLOGO.
Es lo que la mayoría de las mujeres llamamos la REVISIÓN TÉCNICA. Al menos una vez por año debemos someternos a la incomodidad de toda clase de manoseos, tocaciones, intervensiones y de un cuantohay por parte de un médico que para el caso da lo mismo si es hombre o es mujer pues la gracia de que a uno lo toquen, lo manoseen y que se yo que más es que lo haga alguien que uno quiere que se lo haga y que además le provoque placer y viceversa.

Es una especie de ultraje pagado , primero tener que ponerse esas indignas batitas que tapan sólo por delante y dejan aquel lugar donde no te llega el sol al descubierto, segundo sentarse o mejor dicho recostarse en esas incómodas camillas con estribos donde se deben poner los pies que nunca jamás han sido cómodas y dudo que lleguen a serlo algún día y lo peor de todo es que alguien te empiee a trajinar y más encima te comente lo que ve ( sea bueno o malo) cuando de partida uno no puedever, no maneja por completo el lenguaje medico y después te receta una chorizada de exámenes como si estuvieras al borde de la muerte.

Y ahí comienza la segunda parte del ultraje, cuando no basta el manoseo de tu doctor sino que más encima entre esos éxamenes ordenados hay otros que incluyen también alguna clase de hurgeteo pero ahora por alguien aún más desconocido, que más encima te pregunta porque el doctor te pidió los exámenes. Si el doctor quisiera que uno supiera no haría esa letra ilegible en la orden médica y te explicaría de forma simple.

Tampoco entiendo porque ultimamente me ponen cara de extrañeza cuando me preguntan que edad tengo, si tengo hijos o si he estado alguna vez embarazada. La respuesta a esas tres preguntas es 30, no y no.
No creo que en todos los años de profesión no hayan atendido a alguien con las mismas características que yo o talvez sea porque no represento los treinta que tengo y parten no creyéndome desde ahí.

En fin, aquel que pueda llegar a pensar que una mujer puede llegar a sentir algún tipo de placer en el momento de un examen ginecológico dejenme decirles que están total y absolutamente equivocados. Y en el evento de que el matasano sea guapo, mino o tenga ojos encantadores el único sentimiento manifestable es la verguenza, porque no hay nada peor que conocer a alguien en esa circunstancia.

Aún no tengo ninguna anectoda emocionante relacionada con el tem, pero apenas tenga una o sepa otra de alguien más prometo contarselas.

Mis queridos contertulios y contertulias, ¿les parece poco digno tener que someterse a ese tipo de vejaciones? lo que es yo... SÍ!!!!