La FeRiA

Siempre he pensado que una de las cosas que más me gusta hacer en esta ciudad es ir a la Feria los días sábados.

Desde chica, y como mi viejo trabajaba incluso los sábados, y durante muchos años fui hija única acompañaba a mi mamá a comprar las verduras y las frutas necesarias para la semana y como el caballero se llevaba el auto y mi vieja nunca aprendió a manejar y conmigo no se podía subir a la micro ( me mareaba y duraba una cuadra arriba del transporte público) teníamos que ir a esperarlo a la oficina.

Pero el punto al que quiero llegar no es ese precisamente.

Por lo que me he podido percatar con el transcurso de los años, que en mi caso ya son varios, en la feria de mi ciudad se estila lo que se llaman "Los Caseros"; esas personas a las cuales durante años les has comprado lo mismo y que conocen tus gustos y jamás te venderían algo que no tenga la calidad que esperas.

En el caso de mi familia hay caseros para el limón, el zapallo, las papas cebollas y zanahorias, etc y además en las frutas las que se compran preferentemente en dos lugares donde "La Tía" y donde "Carlos".

El puesto de Carlos es uno de los más grandes dentro del sector de las frutas y siempre está lleno de gente que quiere comprar.

Como siempre hay tanta gente en el puesto famoso hay varios ayudantes que trabajan con él de distintas edades y entre ellos uno muy joven.

Al parecer el muchacho en cuestión, debe tener unos 20 y algo pero creo que igual es menor que yo, al principio me miraba cuando acompañaba a mis viejos y no me dirigía la palabra ni atinaba a decirme algo pero siempre lo molestaban diciendole tonteras cuando yo estaba ahí del tipo : ya pues atiende a tu suegra o algo así. Obvio que no cuando estaba mi viejo porque frunce el seño y se le quita lo amigable.

Con el transcurso del tiempo, las veces que iba al menos me saludaba y atendía primero a mis viejos cuando yo los acompañaba.

Sin embargo el famoso puesto de fruta tiene una característica y es que mientras te atienden es como si fueras tomar un pequeño desayuno brasilero, Carlos te ofrece de la variedad de fruta que haya en el moento y reparte a diestra y siniestra manzanas, guindas, naranjas, etc, pero mi viejo siempre se quejaba de que el joven que los atiende nunca les convidaba ninguna fruta si Carlos no se lo indicaba.

Todo lo anterior tiene que ver con que el sábado pasado fui sola con mi viejo a la feria pues mi mamá había partido a Lo Vásquez. Compramos todo lo que nos había encargado y llegó el turno de la fruta.

LLegamos donde Carlos y había una fila para comprar mucho más grande que de costumbre y mientras mi papá iba a dejar los bolsos con la verdura al auto me dejó esperando el turno para que nos atendiera el sujeto de siempre. El tipo me vió, me saludó y siguió atendiendo a quien correspondiera mientras yo seguía esperando mi turno.

Llegó mi viejo de vuelta y nos tocó que nos atendieran, el tipo me volvió a saludar y me preguntaba a mi que es lo que iba a llevar y como lo quería ( la fruta obvio).
Al rato nos convidó una manzana y después un durazno y en todas las cosas que compramos nos dió llapa. Después me preguntó incluso por mi mamá, jajaja.

Cuando ya veníamos de vuelta para la casa mi viejo me dice: "Solo porque viniste tú el cabro nos convido una manzana y un durazno y más encima nos dió toda la fruta con llapa"

No me quedó más que responderle: "tendré que venir más seguido entonces"

La moraleja del cuento: No hay que ir con la intención de aprovecharse, pero si funciona úsalo, jijiji.

Pregunta para mis queridos contertulios y contertulias: ¿Han salido beneficiados en algo solo porque han sido del agrado del vendedor, dependiente, etc?