9.28.2010

Pucha que he tenido sentimientos encontrados esta última semana. He pasado de la alegría al llanto en pocas horas, pero talvez ese poco de esquizofrenia era lo que me hacía falta.

Tomé decisiones que no fueron fáciles, que fueron meditadas, que hasta hoy son duras y las que talvez en un futuro pudiera lamentar, pero lo cierto es que hace muchos años aprendí a no arrepentirme a asumir las consecuencias de mis actos y eso es lo que estoy haciendo.

Fueron 8 meses, de dulce y de agraz. Ya no habrán más miradas, pero tenía que hacerlo, tenía que alejarme, esta vez de verdad.
Me dolió esa mirada, de profunda rabia. Me dolió no poder decir lo que quería. No puedo negar que hay cosas que extraño, que hay cosas que voy a extrañar por mucho tiempo talvez, pero así lo decidí.

El silencio es difícil, la falta de contacto, pero decidimos respetar mi silencio. Habrá que sobrellevarlo, pero toda decisión tiene una razón, un momento y una consecuencia.

Así que ahora a respirar profundo y a caminar por nuevos caminos, mirando al frente y a esperar que el sol siga brillando, porque a pesar del pequeño chaparrón mis días son soleados, hay luz en mi vida y buscaré tener la sabiduría de hacerla crecer.

2 comentarios:

El Tercer Chimpancé dijo...

No te imaginas como te entiendo. Pero ten el consuelo que lo tuyo fue de verdad. No como yo que estuve por más de un año en una total mentira (fue hardcore la cosa).
De que duelen esas cosas, duelen mucho. Ahora sólo queda esperar que el tiempo cure las heridas y hacer el duelo que corresponda.
Un abrazo my friend,

El Tercer Chimpancé

SCL dijo...

decir adios....es crecer