9.15.2007

La CoNsEnTiDa

Y llegaron las famosas "Fiestas Patrias".
Esta vez los días de celebración, son más de los que se tiene habitualmente.
Yo la verdad nunca he sido muy patriota ni me he sentido muy identificada con las raíces chilenas. Algunos pensarán que es de soberbia, creída y hasta de "lavantá de raja" como diría mi amiga Pérez, pero lo cierto es que yo no me siento más chilena que el común de los mortales, ni tampoco ando con la bandera en el traje de baño a lo Kenita Larraín (además debo reconocer que tampoco tengo la talla de la maniquí en cuestión por lo que la bandera quedaría un poco rara).
La verdad me identifico con re pocas cosas en la vida, y no creo que se deba a algún tipo de falta de identidad o de desidia de mi parte sino que es más bien producto de que me encanta saber de todo, y mezclarme en un sinnúmero de actividades sean musicales, deportivas, académicas, etc.
Si debo reconocer que dentro de todas las cosas, hay algunas en las cuales soy un poco dispersa e inconstante, pero es lo que hay no más.
Bueno, para no hacer honor a esa dispersión mental, dejenme decirles que como estamos en el mentado mes de la patria y anda todo el mundo endieciochado el tema folcklorico nunca fue muy de mi agrado.
Parte de eso creo que se debe que a mis padres, nunca les ha entusiasmado mayormente la onda folcklorica y por otro lado que estuve en colegios donde el folcklore era tema de los que realmente gustaban de él y no había un gran incentivo para integrarse y saber más del tema.
En consecuencia nunca aprendí a bailar cueca de una manera que fuera agradable bailarla sin hacer el ridículo o al menos pasar vergüenza o sin que fuera un desagrado verme o al menos no se rieran de mi falta de gracia para mover el pañuelo y los pies al mismo tiempo. La única persona que hasta el día de hoy ha logrado que yo me mueva de una manera poco vergonzosa es mi querido amigo Cristian Soto, el que dijo que mi cueca era "LA CONSENTIDA" y que probablemente no va a leer el post, pero lo menciono igual, besos para él.
Sin embargo y a pesar del poco patriotismo que me embarga debo reconcoer que las cuecas me llaman la atención, sobretodo esas que tiene un grado de picardía alto como las ya conocidas "choras" o las más regionales "porteñas" que hasta para bailarlas tienen un toque diferente.
De alguna manera me he tratado de ir acercando a la música y el año pasado quise aprender a tocar el pandero como lo hacen en los conjuntos de cueca, es decir, aprender a arrastrarlo para sacar ese sonido tan característico de las cuecas.
Como tengo la suerte de que la mujer de mi tío pertenece a un conjunto folcklorico y toca el pandero, entre tanto vino, chicha y empanadas le pedí que me enseñara y sobretodo que me enseñara como sacar el tan ansiado sonido.
Paciente, como ella sola, me enseñó durante toda la tarde del día 18 a tratar de tocar el pandero.
La lección comenzó más o menos a las 3 de la tarde y terminó más o menos a las 6 que fue el momento en que logré hacer que el pandero sonara como yo quería.
Los que me conocen saben que cuando me da con algo me obsesiono hasta que me aburro lo que, entre otros factores como el alcohol, detonó que se me ocurriera tocar el pandero el resto de la tarde y hasta bien entrada la noche.
Dejé a todos mis tíos y primos mareados con el sonido y por si fuera poco se me ocurrió enseñarles a mis sobrinos que son tan hinchapelotas como yo. Se tranformó en casi un circo la cuestión, pero como el alcohol lo perdona todo en ese tipo de ocasiones, se terminaron de tomar todo el vino y a todos se les olvidó que el dolor de cabeza era por el pandero.
Ahora hay más días para celebrar, parrandear, descansar en algunos casos.
Esperemos que el bolsillo, el higado y el colon aguanten tanto carrete.
A lo mejor este año me atrevo con la cueca y en vez de pedirle a la Gladys que me enseñe los trucos musicales le pido que me perfeccione en el arte del complicado baile nacional.
SALÚ!!!
PS: Gracias a todos los que me posteraon en el post anterior, estoy bien, la incertidumbre sigue, pero subterraneamente.

5 comentarios:

LA FURIA dijo...

Celebra y no te cuestiones nada. Estamos a 16 y yo ya no sé dónde meterme más comida... Total la próxima semana voy a salir 3 días a trotar y los bajo al toque.

Yo tampoco sé bailar cueca ni tirar un tejo, pero mientras sepas comer o beber estás a tono.

Abrazos y anticuchos para ti.

Valentinitz dijo...

Saludos
yo bailé hartos años en un grupo de folk y por eso creo que me quedó el gusto por la cueca, me gusta bailar y escucharla, y en eso comparto contigo la versión cachonda y chora es mi preferida, aparte mis viejos siempre han tenido gustos musicales bastante a tono con el cuento así que creo tener un gusto desarrollado por la cultura chilena, eso sí tampoco ando con la bandera al hombro, no soy nazi, los límites territoriales los inventaron los hombres y considero que esa fue una gran torpeza para variar.
abrazos, antes que me salga del tema jajaja.

Alejandra dijo...

A mí me carga la onda folclórica, el gorro de lana, la cueca... no me gustan. No sé si eso es ser poco patriota, porque quiero a mi país, pero tengo un conflicto con esos temas.
Como sea, lo comido y lo bailado (que no fue cueca) no me lo quita nadie... saludos tocaya.

Anónimo dijo...

Mmmm... yo también tengo un complejo al respecto. Encuentro que la cueca es un baile bonito, con atuendos llamativos, pero sobrios a la vez. Sin embargo, no entiendo por qué mierda tiene que tener taaaantos pasos y ser taaaaan complicada.

Espero que haya comido como chanchita y haya, al menos, intentado, dar sus buenos zapateos el 18 que acaba de pasar. Un abrazo pues.

cabellosdefuego dijo...

Eso. Celebra sin cuestionarte. En todo caso, nunca he encontrado el patriotismo una cosa muy buena. Es mas bacan ser ciudadano del mundo, jeje.

^^