MiRaDaS qUe MaTan

Ese fue un día raro, el sábado, tantas sensaciones en tan poco tiempo.

La tarde era para conmemorar a los viejos, pero la canción me hizo recordar otra cosa y las lagrimas asomaron como hacía mucho que no lo hacían.

Talvez la canción haya sido sólo la excusa perfecta para sollozar sin sentir la culpa y en un lugar donde yo no era la única que sintió la pena.

Busqué el descanso de mi corazón esa tarde y parece que mi corazón salió de allí más liviano.

Después como por arte de magia la pena desapareció y caminando hacia la casa donde estaban los demás comencé a alegrarme por verlos de nuevo.

Una taza de té y algo más, muchas risas, muchas anecdotas, como siempre la muerte un tema de sobremesa...

Pero no me podía quedar allí, tenía que irme al cumpleaños de mi amiga y arreglar la cara por obligación , "no vaya a ser que me note que estuve llorando."

Partí, me encontré con tanta gente que no veía hace tanto.

Reconciliandome con algunos, me dí cuenta de que aún hay gente que prefiere tenerme cerca que perderme para siempre.

Hay otros que es a mí a quien ya no le importan y todo lo que puedan hacer para que yo no sea feliz no va a mermar lo importante de mi vida.

El humo del cigarrillo, el ron y el baile una mezcla que sentía un poco olvidada, pero que finalmente volvió como en aquellos tiempos.

Hasta que llegó esa mirada, la que hizo que me perdiera en ella.

Esa extraña mirada que al parecer no quiere apartarse de mi.

Esa extraña mirada en la que me quiero quedar.

MIRAME OTRA VEZ...